http://www.scribd.com/doc/7471592/Maria-Seoane-La-Noche-de-Los-lapices
viernes, 14 de noviembre de 2008
LA NOCHE DE LOS LÁPICES, POR MARIA SEOANE, ARGENTINA
¿ASESINÓ STALIN A LENÍN?, UNA ENTREVISTA CON ANGEL MAESTRO.
Ángel Maestro: "Las tragaderas occidentales respecto a los crímenes del marxismo- leninismo han sido y continúan siendo gigantescas"
El director de Minuto libros le ha hecho la primera entrevista sobre su reciente libro:
En su libro sostiene que Stalin fue el responsable de la muerte de Lenin, ¿nos puede explicar brevemente porqué?
Una opinión que estuvo muy extendida, y sobre la que se ha vuelto varias veces, especialmente basada en testimonios interesados de Trotsky, fue la del envenenamiento de Lenin por Stalin. Se olvida que Stalin, tan conocido por su crueldad y su paranoia como por sus millones de víctimas, era también un hombre de una inteligencia extraordinaria. Su táctica fue incomparablemente superior a la del envenenamiento. Lenin, desde 1922 hasta su muerte en enero de 1924, sufrió una serie de ataques cerebrales que llegarían casi a la parálisis total, pero sorprendentemente conservó su lucidez mental. Con un Lenin impotente Stalin agudizó al máximo los hechos que podrían acelerar las crisis cerebrales hasta el final. Solución perfecta y con total ausencia de huellas delatoras.
Stalin fue encargado por el Politburó de la salud de Lenin, y ello siguiendo las propias disposiciones de éste, que estableció el principio de que la salud de los miembros del partido debía ser preocupación del partido, y no de los familiares del paciente ¿Se arrepintió Lenin de esta disposición, que fue utilizada por Stalin en su contra?
Puede decirse que Lenin cayó preso en su propia trampa. No resulta difícil comprender a un tipo hiperactivo al extremo como era Lenin, verse impotente y sin posibilidad de transmitir sus órdenes, controlado en todo momento por Stalin. Éste afirmaba que se limitaba a obedecer las disposiciones dadas por el camarada Lenin de que el control de la salud de los dirigentes correspondía al partido y no a la familia. Como el Politburó le había designado para tal misión, cumplía rigurosamente con la misma. Ante tal situación, el estado psíquico de Lenin empeoraba aceleradamente: su excitación y enfurecimiento agravaron de forma constante su deterioro cerebral hasta lo irreversible.
¿Se arrepintió alguna vez Stalin de su participación directa en la muerte de Lenin?
Haría falta haberse introducido en el cerebro de Stalin. Pero mi opinión personal es que no se arrepintió en absoluto. Por el contrario debería estar íntimamente satisfecho de la habilidad de su jugada. Existe una frase suya, pronunciada en los años treinta, tremendamente reveladora de su especialísima personalidad:”Escoger cuidadosamente la víctima, preparar minuciosamente el golpe, ejecutar una venganza implacable y enseguida irse a dormir. No hay nada más dulce en el mundo”.
El resto de dirigentes del partido ¿no percibieron las intenciones asesinas de Stalin, o más bien le dejaron hacer por ser también para ellos un estorbo?
No sólo Lenin, sino los miembros del politburó consideraban que el terror masivo no era una necesidad transitoria, sino un principio básico. Los Zinoviev, Kamenev, Bujarin, Radek, Piatakov, Preobrajensky…-posteriormente ejecutados por Stalin-, veían en éste un buen organizador, un hombre del aparato del partido ducho en organización, pero intelectualmente muy por debajo de ellos, no un sucesor de Lenin. Trotsky sentiría un gran desprecio por la formación teórica marxista de Stalin, considerándole incapaz de suceder a Lenin.
Cuando Stalin enfermó y vio cerca el fin de sus días se convirtió en un auténtico neurótico que no se fiaba de nadie, ni de sus médicos, ¿tuvo algo que ver en esta actitud se actuación con Lenin?
Indudablemente. La actuación de Stalin con Lenin ejercería una influencia total. La paranoia de Stalin se agudizó al extremo en sus últimos años, hasta un punto difícilmente mensurable. Eliminó a personas de su intimidad más próxima. Al más caracterizado de sus médicos personales, el profesor Vinogradov, al comandante de su guardia y seguridad personal, el general Vlasik, al jefe de su secretaría personal durante muchos años, Poskrebishev... Cuando en marzo de 1953 se produjo su fallecimiento, preparaba de nuevo una gigantesca purga del partido, al estilo de la época del gran terror, en la que habrían sido eliminados los Molotov, Malenkov, Beria, Jruschof, Kaganovich, etc.
Usted conoce en profundidad el Comunismo y los desastres humanos a los que arrastró -y por desgracia arrastra- a los países en los que se hizo con el poder. ¿Cómo explica que aún hoy gran parte de la intelectualidad defienda una ideología criminal como el Comunismo?
Las tragaderas occidentales respecto a los crímenes del marxismo- leninismo han sido y continúan siendo gigantescas. Un culto a una utopía ciega todo lo disculpa, achacándose los errores a desviaciones de la idea original. Así el culpable puede ser Stalin, o Mao, o Pol Pot, pero nunca la utopía en sí misma. Sin ese misticismo exacerbado no resulta comprensible que ante tales crímenes - los estalinianos ejecutando muchos más comunistas que ningún sistema fascista- no se produjera una deserción masiva, un desfondamiento total de sus seguidores. Sólo hubo algunas excepciones como Koestler, Orwell…Y lo curioso es que en 2006, cuando contamos con testimonios tan abrumadores como los Stephen Courtois, determinada “intelectualidad” siga defendiendo tan sangrienta utopía y el marxismo-leninismo, casi muerto en el Este, se haya realizado en gran medida en el Oeste, consiguiendo en parte el paso de la sociedad cristiana occidental a la sociedad pagana occidental.
¿Cómo es posible que, oculto bajo las siglas de Izquierda Unida, sobreviva en España el partido comunista y, además, con representación parlamentaria?
Hoy en Europa se ha producido cierta desideologización de las fuerzas marxistas, lo que no ocurre en España. Aquí conserva el marxismo leninismo subyacente en Izquierda Unida todo su vigor, compartido por el ala radical del Partido Socialista, en la destrucción de los valores clásicos, ya sean religiosos, familiares, patrióticos, librándose de las escorias que la ligaban todavía a la sociedad tradicional. Por las reiteradas exhibiciones de su curioso y más caracterizado dirigente, representa algo verdaderamente paradójico por una particular mezcla de anacronismo e ignorancia.
El populismo que parece que poco a poco se vuelve a adueñar de Hispanoamérica (Bolivia, Venezuela, quizá Ecuador), ¿se puede definir como nuevo Comunismo?
El populismo hispanoamericano está basado en una peculiar mezcolanza de indigenismo y utopía marxista leninista, eficazmente aprovechado por un sistema totalmente marxista leninista como es el de Cuba. La potencia petrolífera venezolana, con enormes yacimientos aún sin explotar, ha salvado y ha servido a la matriz ideológica cubana, hasta hace muy poco limitada a los confines de la isla, para transmitir el comunismo adaptado con una flexibilidad verdaderamente leninista a Hispanoamérica. Un marxismo leninismo al estilo del de “Sendero Luminoso” de Perú, no habría tenido nunca la aceptación demagógica que puede tener el populismo.
Usted es desde hace tiempo miembro del Consejo de Redacción de “Razón Española”, una de las más veteranas revistas española de pensamiento ¿Cómo ve la situación de la intelectualidad española de “derechas” y su influencia política y social actual?
El panorama es mucho más esperanzador que hace años. Hay valores consagrados que han seguido manifestando permanentemente la verdad sin complejos y afortunadamente han surgido y surgen valores sin el complejo absurdo e irreal de esa pseudoderecha centrista continua peticionaria de perdón y de disculpa permanente. Una rebelión contra esa dictadura totalitaria del pensamiento único
“Razón Española”, fundada por ese genio del pensamiento español contemporáneo que fue Gonzalo Fernández de
Javier Pérez Roldán
Minuto Digital, 4 de noviembre de 2006
LENIN, EL PECADO ORIGINAL DEL COMUNISMO, POR EVGUENI EVTUSHENKO, RUSIA
Al regresar del campo de concentración, el poeta disidente Julij Daniel, al que había defendido en la época de su oscurantista proceso de 1966, me contó que, en las paredes de las letrinas, alguien había grabado con un clavo o con la punta de un cuchillo -introducido a escondidas- muchos versos de mi poema La universidad de Kazan, entre ellos los siguientes: "En los días de servidumbre espiritual, / en los días de oscuridad, / las prisiones, conciencias de Rusia, / fueron su primera universidad".
En la época de la redacción de mi poema sobre Lenin, cuando trabajaba en los archivos de la ciudad de Kazan, tropecé con un valioso documento: las denuncias sobre el estudiante de 17 años Volodia Ulianov (más tarde convertido en Lenin), recogidas por la policía y luego conservadas en el KGB y protegidas por el sello de secreto reservado. En una de dichas denuncias se relataba el siguiente episodio: después de la ejecución de su adorado hermano mayor, un estudiante terrorista, varios camaradas, compadecidos del hermano menor, le arrastraron a un ventorro de mala fama, en el que le obligaron a beber todo un vaso de 200 centilitros de vodka. Volodia se lo tragó como un sonámbulo, casi ciego y sordo, y luego los camaradas le empujaron a beberse una jarra de cerveza, acompañada de pepinos en salmuera y pan negro de centeno. En la mesa de Volodia se sentaron dos putas que ofrecían sus servicios a los estudiantes a mitad de precio y, a veces, por pura amistad, "sencillamente porque sí". Derramaron alguna lágrima y consolaron a Volodia mientras le acariciaban la cabeza, pero él no se daba cuenta de nada y, con la mirada fija en un punto que sólo él veía, no hacía más que repetir: "¡Vengaré a mi hermano! ¡Vengaré a mi hermano!".
En otra denuncia se decía que, cuando los estudiantes le llevaron a casa en aquel estado hipnótico y obsesivo, con una idea fija, arrancó de la pared el mapa de Rusia, lo arrojó al suelo y, con un aullido de animal acorralado, lo pisoteó y lo hizo jirones con manos y dientes.
Resulta interesante que, en 1917, Pasternak, que no había podido leer estas delaciones, describiera en una de sus poesías -todavía poco conocida- el regreso de un Lenin sumido en pensamientos jubilosos, consciente de que había llegado, por fin, el momento de vengar al hermano adorado. No cabe duda de que Alexander Ulianov, el hermano de Lenin, debía de ser noble y valiente; pero, si hubiera seguido arrojando bombas, está claro que la metralla, junto a los "verdugos del zar", habría matado a muchos de sus siervos inocentes y a numerosos transeúntes, y la represión policial se habría agudizado aún más.
¿Contra quién se volcó verdaderamente la venganza de Volodia Ulianov?
Sus tres consignas prodigiosamente acertadas conquistaron el corazón de la gente, ya exhausta por la insensatez de
Los miembros de la generación de los años sesenta nos hacíamos la ilusión de que luchábamos contra las "doctrinas de Stalin", que, según creíamos, había traicionado los ideales de Lenin. Pero había sido Lenin, tal vez sin darse cuenta, el primero que había traicionado sus propios ideales, porque no había hecho realidad ninguna de las tres primeras consignas del bolchevismo, los lemas que habían engañado al pueblo y habían llevado al poder a un puñado de bolcheviques. Fue Lenin, y no Stalin, el que firmó el decreto para la creación del primer campo de concentración de Europa, en Solovki, en 1918, destinado a quienes no comulgaran con sus ideas. Stalin fue el padre del Gulag, pero Lenin fue su abuelo. Quien alimente todavía alguna ilusión sobre Lenin debería leer la pequeña selección de citas suyas reunida por Venedikt Eroféiev, Mi pequeña leniniana.
Fue Lenin quien escribió a Dzerzhinski la nota en la que le aconsejaba que "arrestase a treinta o cuarenta profesores" para restablecer el orden. En ese número impreciso se oculta el inicio del totalitarismo. En la época de la guerra civil, Lenin recomendó a Stalin que amenazara con el fusilamiento a las telefonistas de Caritsin si no mejoraba la calidad de las comunicaciones telefónicas entre dicha ciudad y Moscú. Fue Lenin quien ordenó fusilar y ahorcar sin piedad a los campesinos que escondían el grano para que no se lo confiscaran los bolcheviques. ¿Cómo iban a sobrevivir si no lo hacían? Lenin es responsable de la escasez sufrida en las regiones del Volga, cuando la gente empezó a devorarse entre sí, del mismo modo que Stalin tiene la responsabilidad de la escasez durante la época de la colectivización forzosa en Ucrania.
Mi padre, que era geólogo, me decía cosas -todavía vivía Stalin- que me guardé para mí, pero por las que, de acuerdo con las normas de la moral estalinista, debería haberle denunciado al NKVD, la policía política: "En nuestro país no existe el socialismo. En nuestro país hay un capitalismo de Estado". Y el Estado devoró a los pequeños propietarios y se convirtió en dueño de todo, desde los botones hasta las bombas atómicas.
Sí, es verdad que en la era soviética había una buena educación gratuita, atención sanitaria, centros de vacaciones, el intento de plasmar una amistad entre pueblos de diversas nacionalidades. Había una hermosa Constitución que defendía los derechos de los ciudadanos, pero que era letra muerta. (Y no se puede olvidar la enorme contribución del pueblo soviético a la derrota del fascismo). Sin embargo, se negaba el derecho humano elemental a la libertad de pensamiento. Todo lo que se apoya en la violencia y la sangre, tarde o temprano se viene abajo. Lenin lo comprendió al final de su vida, y se horrorizó al comprobar los resultados de su esfuerzo para "vengar a su hermano", pero ya no podía detener a su discípulo -por desgracia, fiel-, que había paralizado políticamente a su maestro, cuyo cuerpo ya estaba paralizado.
Hay que estudiar a Lenin, desde luego. Ahora bien, cuando se estudia la historia es preciso saber exactamente qué conviene aprender y qué no.
El pasado puede ser un maestro muy valioso, pero también, quizá, el maestro más peligroso.
HITLER GANÓ LA GUERRA, POR WALTER GRAZIANO, ARGENTINA
VIGENCIA DE LAS IDEAS RACISTAS Y TOTALITARIAS. Las ideas totalitarias, disparatadas, delirantes y obtusas que se articularon en el nacionalsocialismo, estalinismo de derechas tanto como éste fue el fascismo de izquierda, no han sido derrotadas. Muy por el contrario, renacen y sacan la cabeza una y otra vez. Hitler, en todo lo absurdo, criminal y aberrante que representó, sigue vivo. Los estados vencedores: Estados Unidos, Rusia, mientras por un lado montaron los juicios-espectáculos de Nurenberg, por el otro reclutaban a científicos nazis para sus planes de hegemonía global. Así, criminales de guerra se vieron redimidos de su responsabilidad en genocidios y otros desmanes. Simultáneamente, las potencias occidentales facilitaron la huida a Sudamérica de verdaderos monstruos de maldad como Joseph Mengele y otros psicópatas, que se radicaron en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Desde allí se reconstruyeron redes neonazis y se continuó el proyecto hitleriano. Hace unos años, ante mi estupor, una “editorial” colombiana neonazi mantuvo un stand en
MANUAL DEL PERFECTO IDIOTA LATINOAMERICANO, POR P.A. MENDOZA, C.A. MONTANER Y A. VARGAS LLOSA
UN HITO DE
LA CONFESIÓN, POR ARTUR LONDON, CHECOESLOVAQUIA
LA MEMORIA INGENUA DE LAS VÍCTIMAS DE STALIN. La purga que Stalin promovió contra sus opositores y luego entre sus propios partidarios, para imponer la aceptación acrítica de sus directivas muestra el grado de degradación a que puede llegar el ser humano (mandó a matar incluso a las esposas de sus propios secuaces, y estos aceptaron esos crímenes pasivamente, temerosos de correr igual suerte). Stalin tomó las líneas centrales de la política leninista: el terror rojo, la intolerancia, la imposición por la fuerza, la extinción física de grupos sociales tildados de retrancas o enemigos, etc., y las llevó a su hinchazón monstruosa.
Artur London fue una víctima de su propio monstruo. Mientras el terror se aplicaba a otros, él fue un partícipe de la orgía de sangre y abusos en nombre de “
FANTASIA ROJA, LOS INTELECTUALES DE IZQUIERDA, Y LA "REVOLUCIÓN" CUBANA, POR IVÁN DE LA NUEZ
http://www.scribd.com/doc/7471384/Ivan-de-La-Nuez-Fantasia-Roja-Los-Intelectuales-de-Izquierda